Setenta y dos escalones la miraban desde abajo ,desde arriba. Del cuerpo eran sus amantes. De sus pies gozaban cada día cuanta queja o latido era su estrago .La despedida nocturna , la más esperada ,pasaban descalzos húmedos de ducha.
Aquella tarde no alcanzaron casi a verla , solo un tumulto de golpes descarados violentos sobre ellos y un seco estruendo al final.
Ella quedó agazapada en el hueco , nunca comprendió...(.la escalera había muerto por excesos de amor).
4 comentarios:
Hermosa imagen, me trajo recuerdos...
Un gusto conseguir tu trabajo, un placer leerte. Te dejo la huella de la visita, Isa
colombina
también a mi
pero no invocaron a la musa deeste cuento..
isabel guevara
gracias con bienvenida para vos
nos vemos en intercambio con tu blog, aunque cuesta entrar...veremos
cariños
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