El barrio viejo. Patrimonio histórico, área protegida. Inmobiliarias
ávidas, socios encubiertos.
El tango danza. Heredad a
custodiar. Aunque lo vistan de exótico y turismo. Aunque lo vendan en revistas de
promoción glamour.
Se reviste allí, en las paredes descaradas al ladrillo, se acuesta, se
retuerce y se acuna en el fuelle de cualquier bandoneón. Suena a tacos de mujer
a mirada de hombre, a la sutileza de los dedos en la espalda para morir
en tono rojo, para sudar el tiempo de balcones…
Todavía Noche lo baila con Julián.
Ellos son la marca en el orillo
de un río de la plata, el nudo que se ata a la verdad de un sello en danza y
música partiendo empedrados, mostrándose en la plaza.
Que importa que los aplaudan en
idiomas diferentes, que les roben las fotos como raros animales salvajes de un
sur del continente. Saben que anotician cultura, saben que trasmiten tracción a
sangre, pasión Buenos Aires. Su karma es repetirse, nacer para amarse bailando,
morir para calzarse pollera con tajo y traje con sombrero en los cuerpos nuevos.
Cuentan que una madrugada los
corrieron, de mortaja les pusieron ropas viejas y a jirones les arrancaron las
pilchas. De cuadro, a veces colgaban en la pared, con óleos viejos; otras se
abrazaban y ojos en ojos besaban el piso huyendo calles, apareando tango,
puliendo malvones teñidos de su rojo y del otoño amarillento.
Subversivos, cómplices,
urdidores de estratagemas para custodiar
memoria de hechos crueles que narraban a los turistas para que el mundo
supiera que una verdad era celda tortura y farsa en varios turnos caídos sobre
lapsos sin justicia en su gran aldea. Un destino de bandoneón acribillado, los opresores
vanagloriaban el auge en sus poderes, disfrazaban de papelitos la tristeza de
los barrios, un mundial, una guerra fatal, una represión continua y sus fiestas
con sonrisa derechita en uniforme. Ahí fue: Noche y Julián corrieron puestos a compás
a marioneta para mostrar su danza, un tango a sus invitados, civiles, socios encubiertos.
Qué puede importarles a los
dos, ser sus fantasmas; existir desde los años cuarenta y tantos, tener la misma piel los
labios rojos el coraje y la intensa potencia en el nervio despejado de Julián.
Ellos son transparentes, la gente pasa a través de ellos sin notarlo, el
público los aplaude cuando bailan plasmados. Jamás descubrirán sus llantos; en
cada giro cuentan una historia de tango memoria para diseminarla al universo. Es
tan cierto, cómo que vos y yo, los vimos una noche por San Telmo.
Se repiten en cada esquina, que
aún adeuda la mirada humana a sus gentes. Cada uno de nosotros somos como ella Noche,
como él Julián, también patrimonio a proteger, pertenecientes a todas las
intemperies y tejas de la calle en que nacimos.
Nada se remata ni nunca se
derrumba del todo.
Antecedentes , ver:"hace dos horas..." http://cuenteraderio.blogspot.com.ar/2007/08/hace-dos-horas.html
12 comentarios:
QUE BELLO RELATO, LO SENTÍ , LO DISFRUTÉ !!...CUANTAS VIVENCIAS! SERÁ PORQUE ROSARIO SIEMPRE ESTUBO CERCA ??
UNA ROSARINA EN LA GUARIDA
GRACIAS POR ESTAR
Me encantan tus relatos, Mabel.
Se los vive naturalmente.
Muy estimulante, Mabel, rezuma poesia. Me gusto, sigue escribiendo. Saludos.
Muy bueno el poema. Me deje llevar por las palabras. Y si. Cuantos artistas anonimos pasan inadvertidos ante el resto de la sociedad. En alguna esquina, en alguna estacion de subte, en una plaza, frente a turistas. Pero que nadie sabe de ellos. Simplemente los ven ahi como una parte mas del paisaje.
Te mando un abrazo y muy lindo el poema
Tu narración, Maby, exuda ese gemir de bandoneón que exhala nostalgia, es recuerdo en anomia; es taparse los ojos dentro de la pesadilla recurrente. Como todo tango nostálgico For Export, en los bares, los lectores curiosos con permiso de pasaporte, intentan leer con los oídos una escena invisible, a un recurrente San Discépolo que detrás de su afán de dramaturgo, sigue deteniendo el tiempo, sigue repitiendo la historia para no olvidarla, no hay permiso de olvido, y aunque no entiendan la letra, ellos, los que aplauden ignorando la gorra, se irán llevando el souvenir artesanal de quienes como Noche y Julián son capaces de saltar de un óleo para(aún vistiendo jirones) resucitarse en el respirador artificial de la memoria.
Mágico y real, nostálgico y acertado en la acusación, tu cuento sobrepasa los límites del marco para convertirse en una pintura que respira los Enrarecidos Aires de una ciudad con historia. Me gustóoo!!!
Abrazo Poeta
A puro tango, realmente me sentí en San Telmo, muy bueno.
Meryross
gracias por leer y decir rosarina!
claro que siempre Rosario estuvo cerca
y nos regala todas las variaciones de su arte
cariños
fernando
viste? es imposible para mi alejarme de la poesía aún en un cuento, la musa que vive conmigo me dice asi somos las dos escribiendo y nos gusta, no nos sale de otro modo
gracias amigo por estar swguido por aqui, te debo visita
cariños
gustavo
muy buena tu reflexión, somos anónimos en este colectivo de ciudad, pero humanos como todos y con sentimiento y sensibilidad
gracias por pasar y por tus palabras
horacio
sin palabras, luego de leer tu comentario
realmente es un epílogo de este cuento, genial lo tuyo
gracias por seguir la huella, y traer a Discépolo entre nosotros
me alegra que te gustara,porque presenciaste el nacimiento original de Noche y Julian
besos, poeta!
colombina
lindo, lo que decís, a puro tango...a puro san telmo,bienvenida a las calles empedradas otra vez
cariños
catalina
perdón te salteé por el apuro de responder y el poco tiempo...
me es importante tu opinión
eso intento que puedan vivirse
muchas gracias amiga!
besos
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