domingo, 30 de marzo de 2014

En coraje, en beso




       No subas.
           Estás loco, arriesgo vida para seguirte.
           Si subís nos matan
           Sofía tiró el escaso equipaje, lo tomó de los brazos; Simón no tuvo reacción, lo inclinó hacia ella. Se apretó a su boca. Estrategia.
           De lejos se olía pasión, desgarro, desesperación, “danger” decía el cartel luminoso, arrancaba el tren. Se arrancaron del abrazo.
           Ella y su disfraz, modelo de alta costura, quedó mustia, desconcertada. Intolerante por dentro, a qué se enfrentaba ahora, se preguntó en un andén vacío, gris anochecido.

          El hombre que la vigilaba sombra, sonrió; era malo el dato que me vendieron, sólo son dos comunes cobardes de amor o quizás el vendido soy yo.
          A Simón también lo controlaban aunque vestido tan exquisito hacia dudar que fuera él. No le fue difícil, sabía quién miraba, se escabulló en la primera estación de un pueblo habitado en su mayoría por gente de su raza negra.
          Los dos eran militantes de un país medio isla del caribe, llegaron con la misión de presentarse como eruditos de la moda en un canal líder de este país, que ejercía su poder sobre ellos. Denunciarían, reclamarían e informarían que su pueblo no quería ser adjunto, aún cuando a los ojos del mundo eran beneficiados desconociendo bloqueos, imposiciones de comercio y bases navales contaminantes por sus secretas actividades.
         Toda tierra anexada, como la suya en esas condiciones, los imponía ciudadanos de segunda ante quién excusaba patrocinarlos para darles más oportunidades. Mano de obra barata eran, puertos y hombres tomados eran. Punto estratégico eran.
        
          Sofía tomó otro tren en dirección contraria antes que su guardián viera la jugada. Si los habían descubierto, alguien los había vendido. Había que deshacer el plan. El problema: cómo  salir de allí o enredarse a todo sin simulacros. La traición allí se paga con una bala, lo sabían ambos; pero lo que les martillaba era ese beso en el andén superando la maniobra. Nunca se habían visto, la operación lo requería.

         A días, salieron con sus ropas rutinarias de siempre; pero no al lugar de siempre, dónde reciclaban planes con otros. Hicieron lo contrario, sin ponerse de acuerdo se metieron en el centro de la boca del chacal. Lo sabían. Cada uno hizo llamados a la prensa extranjera, citándola frente al máximo organismo oficial que los subordinaba.
         Se sorprendieron al verse, se entendieron en las pupilas, Dijeron a corresponsales del mundo todo lo que querían decir. Aún después de las dos balas certeras, lo sabían, se arrastraron, se besaron.
         Luego las fotos y los titulares. Los diarios oficialistas anunciaron: Fracasó atentado de dos terroristas armados, fueron arrasados antes de que dispararan contra la prensa extranjera.
         Los diarios extranjeros informaron: Frente a nosotros fue ultimada una pareja de militantes por la independencia de su país. Unidos, denunciaron su lucha  y su intenso amor, así murieron: en coraje, en beso.


fotografia de annie leibovitz

sábado, 8 de marzo de 2014