miércoles, 4 de febrero de 2015

Primos


    Un día un trébol. Andén de cuatro hojas.
    Mentira de mitos y estación.
    De chicos, casi era su casa en el verano. Y de ella, allí su primer miedo después.
    El la sorprendió ante nadie con una seña obscena, con su miembro en mano.
    Ella no entendió el trastoque de aventuras e infancia, de lazos y blancuras.
    El tren se la llevó de esas vacaciones, cargando también esa puta forma de crecer sin trébol.