lunes, 10 de diciembre de 2012

Por el fuego trayendo










Parece que el verano está rondando el aquelarre.

      Ella come con alguien, alguien gira su llave, tiembla su reja, alguien sube la escalera a la par, se acuesta en la cama casi se tocan sus pies.  Carmela conoce los alguien y profundamente los desconoce. De sentidos percibe, de sentidos rebasa, pero es todo por fuera. Casi palpa. Falla. Nada huele en sus pechos desconvenidos, ni en su boca vacía.
      Su casa contiene fuego y charcos, se destartala, se desmorona, todo es su espejo y su sombra. Voltea para ver el verde de la cortina, solo verdes de los patios. Alguien le habla desde la tele, quiere engatusarla borrarle la imagen del pensamiento, se pelea con ella y con las voces, el tiempo tiene vencimiento, buitres y sobresalto. 

      Es verano y alguien le falta a Carmela. En el advenimiento de no saber ya que espera, discurre por los calores, ama a los frutos y a su vientre. Aunque en instante se pregunta, será que somos fuego saltando el aquelarre, para no terminarnos ceniza sino abrazo brasa con verano.

10 comentarios:

Colombina dijo...

¡Cuántas Carmelas, Maritas hay saltando este aquelarre del mundo insensible e injusto!

Recomenzar dijo...

Genial como siempre

Recomenzar dijo...

tus versos tocan el alma

Recomenzar dijo...

Genial como siempre

Meryross dijo...

Que fuerte tu relato, me movilizó
feliz navidad para vos
besitos!

mabel casas dijo...

colombina

tal cual tu recepción y comentario, cuántas!!
pero somos la voz y tenemos obligación de mujer de contarlo y dejarlo al viento de los oídos del mundo
gracias y besos

mabel casas dijo...

recomenzar

gracias por leer y decir
cariños

mabel casas dijo...

mucha

chas gracias compatriota
besos

mabel casas dijo...

recomenzar

jajajja otra vez gracias

mabel casas dijo...

meryross

tarde mi respuesta pero presente, gracias por leer y decir tu apreciación, estimula
gracias por tus deseos que implico hayan sido así para vos

mis cariños enormes