
“Hay amores que se vuelven resistentes a los daños,
Como el vino que mejora con los años,…
Hay amores que parece que se acaban y florecen
Y en las noches del otoño reverdecen"...
(del film "el amor en los tiempos del cólera")
La vida es un naipe de doble cara.
Jorge había terminado su programa con esa frase, el intentó ponerle su sátira genuina; pero esta vez no la largó al oyente profesionalmente, se le quedó prendida a él.
La traía colgando de sus sesos desde la noche de insomnio, en ciertas ráfagas de duermevela se le habían venido encima naipes como moscas, tarántulas saltando por la almohada y otras ampulosas como puertas de hierro le cerraban el paso. Las restantes eran enormes sequoias que repetían su propia risa, se vestían de él, lo cercaban mostrándole la paradoja de que pueden las cosas parecer un juego; pero siempre se alzan en mascarada y nos ponen al descubierto.
Salió de la radio intentando no saber a que se debía su alteración nocturna, y como queriendo huirle a las imágenes frescas; se preguntó: ¡a dónde van los besos cuando los soltamos?
No pudo abrir el auto, caminó hasta Las Catalinas, sabiendo que buscaba viejas cosas que ya no están; se sentó en una plazoleta, había hormigas en el pasto.( le zumbó una voz como de hoy: “viste , las hormigas se comieron las margaritas”.Sí, era aquella plantita de la feria que le regaló a los quince años; ella era, una pureza de margarita, los besos descubiertos, su primer ardor de hombre; el deseo inconcluso.
Me voy a vivir a Israel con mis viejos. Un ciclón…Y pasó. La partida. El simulacro de olvido.
El dolor ahora afloraba reciente…de 30 años atrás.
A veces todo se guarda se apila y uno cree haberlo vivido todo. Jamás pensaría volver a sentir chinchines de la pelotudez adolescente, que le endilgaran sus viejos y que burla hoy de sus propios hijos. Y sí, se confiesa, de eso hago migas riéndome más de una vez, ironizando a invitados u oyentes.
Anoche los sentí, cuando salía de la cochera y esa mujer con un ramo de margaritas se puso a la par diciéndome: “a estas las salvé de las hormigas"
La vida, sí que me la cobró en crudo. Puta madre, como sudé en un segundo reconociendo su voz ante los ojos caramelo. Acabo de establecer que nunca, se habían ido de mí. ¿Qué hago ahora con el reverso de mis naipes?.
fotografía de daniel muchiut (foto taller chivilcoy)