sábado, 10 de marzo de 2007

identidad



Partían los años y la geografía, cuando Despliega Damores dejaba de comprender las humanidades y descendía, más vale decir, creía descender a la origamia mágica de un papel convertido en mariposa. En el fondo de su huerta ella sabía, que las alas de papel no tienen elección de vuelo, es el viento por manejo que toma el tiempo en su poder y a las desnudeses que se entregan blondas.

Era consciente de los actos, de las obras estrenadas en el escenario y del teatro cerrado. A pesar, intentaba lo inasible poniendo la expansión de su nombre y proveyendo su apellido.

Equivocaba.

Ahora solo le urge retenerse en tierra, no revierte, no intenta volver a doblar papeles, las ajaduras son ya demasiadas y desordenan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay una ventaja en todo esto, haciendo cumplir mi derecho de lectora el de reinventar a la escritora puedo sacar mi propia moraleja y me atrevo a decir : Como buen papel existirá la posibilidad de transformar la IDENTIDAD , o reciclarla .

Paz/

mabel casas dijo...

paz

el personaje agradece por tu moraleja,ella lo sabe,por eso se ha quedado en pié descubriéndose a sí misma desde otro lugar
de ahí volverá a partir cuando sea el momento...cuando esté segura
gracias por compartir
cariños,mabel